Cuentos de niños infelices y pobres, árboles gigantes, luces desgastadas.
Punzadas de frío sobre tu cabeza.
Estiras los dedos y entrañas para llegar al botón donde pone "máximo" de la calefacción.
Crees poderte quitar de encima ese escalofrío.
No sabes que tú mismo ya eres uno.
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